Sonrisas, sonrisas, sonrisas.




      Mi hija el otro día al llegar a casa de pasear tooooooodo el día en bici  con la familia al completo y después de recorrerse 14 kilómetros  jerezanos ( que se dice pronto), me salvó la vida.  Bueno vale, no la vida entera; pero si buena parte de ella.

     Andaba yo , mosqueada con el mundo y ofendida con el Universo; algo que me suele pasar dependiendo del estado hormonal del momento.  Hecha un trapito general, cansada moral,  mental y físicamente del palizón en la bici de carreras que me tocó llevar (no había cogido nunca una en mi vida entera). Lo peor es que no llegaba e iba en tensión haciendo equilibrio encorvada e intentando engancharme a los pedales sin morir en el intento.

     Habíamos hecho una parada en un parque infantil ,  y tuve la genial idea de quedar de "madre joven guay aquí estoy yo"... Pues a puntito estuve de salir  volando cuando me tiré por el tobogán gigante de curvas que pensé que mis queridas axilas controlarían.  Y yo  veía la cara de uno  de mis hijos que estaba abajo esperándome, amarillo;  descompuesto.

-"¡¡Maaaamiiiii !!  ¡¡Los sobaaaaacos!! “(el parque lleno, claro)-.

    YO NO SABÍA DONDE DEJARME CAER EN MI VUELO-DERRAPE PARA QUE ME TRAGARA LA TIERRA. Qué vergüenza hijooooo!!!Si llevo cinco años diciéndote que nosotros tenemos axilas, no sobacos...

    Bueno, el caso es que después semejante  abochorne con mis -axilas-moradas, mi culo en estado crítico  por la bici (y ese palo en medio; Dios!!!)...y las protusiones discales( tres), más raspaítas que cuando salimos del superpaseo  familiar en bici, mi humor y mi esperanza de vida no eran los ideales.

    Mi pobre peque, coloradísima (más bien morada de subir la última cuesta), "ajogaíta" como decimos aquí,  sudando la gota gorda y con la lengua fuera. Al verme tan mal, andando de puntillas y con el ceño fruncido permanente( y la boca de piñón),  me dice :

-¨ Mami, ¿estás bien? ¿ Te hago un ”mansaje" en el culo? Tírate en el sofá anda y te hago “yoga”, o te hago un "spa". Yo te curo.”-

     Y yo , mala malísima de mí, le digo haciendo uso de mi poder de Emperatriz del Mal que yo misma me he otorgado:

-“ ¿Qué dices? Ya mismo estás subiendo las escaleras para ducharte que vamos tarde a misa!!!!.”-
    Y ella muy seria, en su papel, ofendida por mi rechazo, me dice muy digna:

-" Mami; hoy NO ME DUCHO".-

-"¿Quéeeeeeeeeeeeee? A mí no me contestes, niña!!! Y  que cochina eres, qué poquito te gusta el agua. Venga déjate de rollos y dúchate ya,  que hay que ir a misa."-

-" ¡¡Jo Maaaaaaaaaaami!! Venga yaaaaaa , porfi y mañana me ducho dos veces , ¿vale? TE LO PROMETO"- (con voz de remolona y con "ojitos").

    Se hizo un silencio e intenté no sonreír para que no restara autoridad, y seguir en mi papel, pero en el fondo a pesar del mal humor con el que llegué del "dichoso paseo",  la respuesta inocente y cochambrosa de mi hija hizo que mi mosqueo fuera bajando de grado en la escala moral... Pero no quedó ahí. Sigue todo convencida:

-" Mami, que no, que no,  que yo no voy a misa hoy; el próximo día voy tres veces seguidas, te lo prometo. Porque el cumpleaños de Dios es todos los Domingos, ¿noooo?"-

    Ya no pude más y se me escapó una sonrisa que no me cabía en la cara. Me la comía con papas fritas. Yo cabreada con el Universo porque estaba hecha una piltrafa(no podía sentarme ) y tres sonrisas tontas que  me robó ella sin querer ,  en ese momento me curaron el alma entera (y el culo y la espalda), en 0,2 segundos.
 
    Me di cuenta de que nosotros somos los que debemos elegir lo que nos supera y lo que no. Somos nosotros mismos los que debemos elegir la mejor manera,  la más limpia de ver las cosas. Nosotros tenemos que escoger lo que nos debe afectar o no. Y nos dejamos hundir día a día por cúmulos de pequeñas batallitas que creemos  perdidas o  que están por ganar . ¿Qué hubiera pasado realmente si dejo que me cure y que me haga”yoga” dos minutos? ¡Nadaaa! La habría hecho sentirse la más importante del mundo mundial e igual hubiera sido determinante para su carrera profesional (¡que igual me he cargado!). Realmente hay misa todos los Domingos( y todos los días) y no iba a ser sacrilegio que no fuera porque se había recorrido con su familia de "colgaos" 14 kilómetros.

    El arte que tuvo mi hija para devolverme el buen humor y el optimismo fue totalmente gratuito e inocente.

NO ES SÓLO TENER EL ARTE DE PROVOCAR UNA SONRISA , HAY QUE  SABER RECIBIRLA ABIERTAMENTE(PORQUE NOS CERRAMOS EN BANDA) . DEBERÍAMOS ESTAR SIEMPRE CON LA PREDISPOSICIÓN DE SONREÍR Y HACER SONREÍR.

     Hay que saber hacerlo, bien y mucho; sonreír, sonreír, sonreír constantemente para contagiar a todo el mundo. Las sonrisas son gratis, terapéuticas,  sanan enfermedades,  colorean la vida,  regalan ilusión,  prometen esperanzas,  insinúan complicidad,  disipan tiranteces, ofrecen confianza, acaban con miedos... son transparentes, francas, espontáneas, directas. Las hay  ingenuas, sarcásticas, oportunas e inoportunas. Robadas o regaladas;  el caso es que iluminen el alma.

   Es como abrir una ventana de aire fresco para la mente, que tanto machacamos con pesimismo y problemas, que nosotros mismos nos creamos. Una sensación de alivio, de descanso; un colchón momentáneo en el que tirarte un momentito para seguir después con la realidad.

    Creo que lo único que tienen malo es que te marcan las arruguillas de la frente y las patorras de gallo para toda la vida.

 VIVES MÁS TIEMPO SI SONRÍES Y VIVES MEJOR.

     Así pues,  a sonreír que la vida son dos días y seguro que tenemos más de un día malo que curar "buscando" o "robando"sonrisas y  os aseguro que tenemos más motivos para sonreír que para no hacerlo. Sólo hay que buscarlos.

 

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