Locos de dolor.



         VAN GOGH, MI POBRE VAN GOGH;  YO TE ADORO Y TE COMPRENDO.


 Un extraño para sí mismo, introvertido, incomunicativo, desconcentrado y cabizbajo,  sufrió toda su vida sintiéndose rechazado desde la infancia hasta su muerte...  Recibió el nombre y apellidos del hermano muerto hacía justo un año exacto del día de su nacimiento, 30 de marzo de 1853; así, la visita a la tumba del hermano, -que coincidiría en nombre y fecha- , le perseguiría durante toda su vida condicionando  así su existencia con vertientes bipolares.

    Vivió  sufriendo una vida de desorden mental que lo llevó al borde de la locura, intentando buscar qué era lo que le hacía feliz a sí mismo entre tanto rechazo. Plasmaría todo ese dolor, su rabia y su "tormento interior"   en los lienzos (¡ QUE ME ENCANTAN !),  que comenzó a pintar ya tarde, con 27 años, 10 años antes de su temprana muerte. Y se fue alejando de todo y de todos... ¡Hasta su buen amigo Gauguin tuvo que coger las de Villadiego!!! Dejándo a mi pobre Van Gogh, mas zumbado de lo que estaba, y con la oreja "auto" rebanada.


   Pues bien, con estos  pequeños "trazos" de la vida de este genio, (que me encanta personalmente, puede que por el plomillazo que tenía, o porque coincido con él, en cuanto a su pasión por los girasoles detrás de los cuales escondía su tormento en "amarillo"; y quizás también por que compartamos algún que otro ramalazo bipolar...), lo que os vengo a hablar, es del...


DOLOR.


  
   Del dolor sufrido por cualquier corazón,- sufrimiento en general-, ese pesar agónico e inesperado  que nos hace perder -y no querer volver a encontrar-, nuestra esencia. Y  te desgarra el alma arrancándote de tu realidad, con algo que sucede en nuestras vidas que nos trastoca y desata furia que hace que consideremos que sea hasta un pecado para el orgullo de nuestra miseria hasta el simple hecho de respirar...


    Pero finalmente respiramos... Porque sí. Porque todo pasa y lo que no acabó con nosotros nos hizo más fuertes. Más escépticos quizás, menos inocentes incluso, pero la realidad es que a fin de cuentas sobrevivimos, porque necesitamos respirar para quien nos necesita para vivir. ASÍ DE SIMPLE

   Ojalá pudiera ahorrarles sufrimiento a todas esas personas que aprecio y que a diario veo en mi vida que sufren, comprobando que no hay nada que alivie el peso del del dolor de sus problemas:

 CARGARLES LA MOCHILA UN RATO PARA QUE TOMARAN ALIENTO Y COMPROBARAN QUE A PESAR DEL PESO DE ESA CARGA, LA VIDA SIGUE IGUAL, TAL Y COMO LA DEJARON ANTES... Y AHÍ ESTARÁ TAL CUAL, CUANDO NO TENGAN TANTO PESO QUE CARGAR.

    Comentando esto mismo con mi marido  ayer (sí, por increíble que parezca, mantengo este tipo de conversaciones o "discusiones" -raras- con él, porque básicamente me gusta  comprobar lo distinto que  pensamos), me decía de mi  pobre atormentado pelirrojo, que era un "DÉBIL MENTAL", por dejar que un episodio accidentalmente arbitrario en su vida, como el de tener el nombre del hermano muerto,- e imaginarse su propia lápida al visitar la tumba; con más datos de los que necesitaba su imaginación, para mi gusto -, le condicionase su actitud y su forma de ser.

   Nada más lejos, personalmente y desde mi punto de vista: EL DOLOR, debe tener la magnitud e intensidad de agonía que el que  el propio "agente sufridor"  quiera darle. Cada uno tiene derecho a darle la intensidad o dimensión que su emoción necesite para "pasarlo". Nadie más que uno mismo puede entrar a juzgar de que manera se sufre lo sufrido, aquello  que nos deja "tocados"...

PERO TAMPOCO DEBEMOS ESCONDERNOS DETRÁS DE ESE DOLOR MUCHO TIEMPO. Y POR SUPUESTO NADIE DEBE ENTRAR EN VALORAR QUÉ DOSIS DE DOLOR MERECE SER SUFRIDO EN CADA SITUACIÓN: PORQUE CADA SITUACIÓN ES UN MUNDO, Y CADA UNO NECESITA  RESPIRAR DISTINTOS AIRES PARA VIVIR.


    Cómo decirle a alguien a quien han dejado, quien sufre un divorcio o una separación... que no sufra tanto; cómo decirle a alguien que ha perdido lo que más quería que ya pasará, que no es para tanto... Cómo decirle a quien perdió su trabajo, que no se venga abajo, que no sufra porque ya vendrá otro.  Cómo decirle a quien está atravesando una enfermedad  terminal ... que  sea optimista siempre, que no baje la guardia


 ES IMPOSIBLE... QUÉ MAS DA QUÉ TIPO DE SITUACIÓN TE CAUSE EL SUFRIMIENTO... EL CASO ES QUE TE CAMBIA EL SENTIR Y TE MARCA EL RESPIRAR: COSAS QUE NUNCA IMAGINASTE QUE TE PASARÍAN Y QUE NO PUEDES CAMBIAR.


   Y vosotros diréis...¿Quién es ésta para hablar de dolor, o  para analizarlo? Pues alguien que ha sufrido, y por lo mismo; me permito hablar de lo que  SI HE VIVIDO.


  El dolor... el dolor nos cambia, nos transforma en personas tercas y obstinadas, celosas de nuestro derecho a sufrirlo... Defendiendo ese mismo derecho a sufrirlo aunque salgamos perdiendo.

   Hace que discutamos, peleas negativas que enarbolan la bandera de una sinrazón que hacen que las personas que nos quieren se alejen de nosotros por nuestra agriada actitud. Y yo os digo:

 ¿VALE LA PENA?  NO; OS LO ASEGURO



     Pero tenemos que sentirlo; y nos fortaleceremos injustamente e involuntariamente con ese dolor que no esperábamos y para el que creíamos no estar preparados... porque nunca se está lo suficientemente preparado para el sufrimiento, como tampoco se está para el amor; pero éste último nos es más grato que el otro , porque nos da y multiplica, mientras que el dolor resta y divide.

   Así que tenemos que tomar las riendas de nuestra vida, y ser estratégicos con lo que quede "indemne" de nuestras ganas de vivir, debiendo actuar con contundencia, ya que el ser más o menos feliz o desgraciado dependerá de cómo nos enfrentemos a ese o a cualquier otro sinsabor que nos depare caprichosamente la vida.

   Nuestras quejas personales, nuestras insatisfacciones, a lo largo de todos nuestros años, cambiarán, y serán diferentes, al igual que irán cambiando todas nuestras necesidades. Lo que nos AMARGÓ DE ADOLESCENTES, AHORA NOS DA LO MISMO, Y LO QUE NOS IMPORTA DE ADULTOS, NO NOS PREOCUPABA ENTONCES.

   Nos volvemos locos de dolor , no porque seamos débiles mentales, sino porque desde que nos sucede aquello que no esperábamos, no paramos de darle vueltas para intentar analizar porqué nos ha pasado buscándole algún sentido existencial... que finalmente no encontramos.

    Así que para aquellos, que como yo, nos hemos vuelto alguna vez "Locos de dolor", os digo para que no os ahoguéis en un pozo de amargura:

  •  Que sepamos dominarnos aceptando las cosas que no han salido como esperábamos, pero siendo fiel, - y no negando-, lo que si que nos salió y no perdimos.
  • Que queramos lo que podemos y podamos lo que queremos, asumiendo no poder querer lo que no puedes.
  •  Que nos aliente el resultado de nuestros esfuerzos diarios con alegría. Centrándonos en lo que conseguimos , esforzándonos por conservarlo. SIN LAMENTAR LO QUE NO TENEMOS.
  • Que llegar a ser lo que queremos ser, sea lo que realmente debemos... y que podamos llegar a serlo.
  •  Que la razón de ser de la vida, no la da la vida en sí, sino el modo en que vivimos... porque ser fuertes durante demasiado tiempo condiciona nuestras emociones, debilitándonos nuestra moral, empezando a temer por todo, entristeciéndonos y teniendo IRA O RABIA más frecuentemente que alegría...


 ASÍ QUE NO DEJEMOS DE LUCHAR NUNCA POR SER FELICES EN LA MEJOR VERSIÓN QUE LOGREMOS ALCANZAR DE NOSOTROS MISMOS, "LOCOS DE DOLOR" Y TODO, POR DENTRO Y POR FUERA... APRENDIENDO A VIVIR UNA "VIDA ALEGRE" CON DRAMAS QUE NO LLEGUEN A ACABAR  NUNCA CON NUESTRA DICHA, CON OPTIMISMO Y ESPERANZA.


  ... No pensemos que una y otra formas de vida, - la fortuna o la desgracia, el amor o el dolor, la risa o el llanto- son eternas e inalterables. Todo fluye y todo cambia: HASTA NUESTRA SUERTE.


 MUCHO ÁNIMO A TOD@S MIS LOC@S


0 comentarios:

Publicar un comentario