Como ser semicuarentona y no morir en el intento





“El precio de algo es la cantidad de vida que intercambiamos por ella” dijo algún listo… Y YO ME PREGUNTO A ESTAS ALTURAS DE MI VIDA:

¿ CUANTOS CACHITOS DE MI VIDA HABRÉ DESPERDICIADO INTENTANDO CONSEGUIR LO QUE NO HE CONSEGUIDO TODAVÍA, DIOS MÍO DE MI VIDA? 


Siempre pensé que llegar a los 40 me iba a suponer el sumum de la liberación. Le daría una  buena patada  en el culo a todos los monstruos que se me habían ido pegando a los talones desde que tengo uso de razón.  Además, siempre  he tenido amigos mayores que yo, que me aseguraban -con una firmeza   apepinante tal, que hasta me entraban ansias de cerrar los ojos y tener (que no temer) ya 40 en cada pata-,  que el superar la barrera de los 40 se conseguía pasar de todo y a decir NOES sin problemas y sin comeduras de tarros. 

 PASAR DE TODO!!! DECIR QUE NO!!!

Y UN PIMIENTO  CON CHORRERAS!!! ¿¿¿Y QUE HA PASADO CONMIGO???

2 meses para cumplir los 38 y todavía tengo un Insuficiente en madurez  y  un  Sobresaliente en  “facilona”. Sigo siendo lo suficiente y deprimentemente influenciable como para ponerle a cada uno de mis hijos de cenar lo que quieren por tal de no escucharlos…  No puedo remediarlo: me ponen “ojitos” cuando hago como la que me transformo en esa persona  “madre” digna y respetable que nada más que cuenta con la inestimable ayuda de su arqueo de cejas para decirle que mando yo y que comen lo que yo diga y punto…


Y yo esperando a que la madurez llegue a mí, invadiéndome en rectitud y disciplina, aunque sea “nórdica” para poder decir un  pedazo de NO  como un pino de grande, en condiciones e inflexible, sin vuelta atrás con ningún “ojito” que valga. Pero resulta que no,  que no soy "nórdica", sino más bien "sureña", y que me puedo quedar muerta esperando, así que hoy voy a hablar de todo aquello que no he llegado a  conseguir, y aspiraba hacerlo , hecho a pesar de lo cual, - SOBRE- VIVO:

  •                Sigo sintiendo que la vida es demasiado corta, y el miedo a morirme pronto hace que quiera disfrutarla exageradamente. Y me da espanto comprobar que si con 20 ya tenía prisa por vivir; no sé qué será de mí a la velocidad y las revoluciones que tengo tomar para vivir a tope a los 40- TENIENDO EN CUENTA QUE SIEMPRE PENSÉ QUE MORIRÍA ANTESDE LLEGAR A ESA CIFRA-

  •          Sigo siendo la cuajona de siempre que no pilla chistes a la primera, nunca pillo la ironía, y me sigue afectando que me traten con desdén , e irritándome los reproches... Además creo que cuanto mas cerca de la barrera cuarentona , peor aguante. Debería de saber recurrir un sarcasmo brillante para defenderme, cuando me entran ganas de machacar a alguien ... Y no es  demasiado "políticamente correcto" pegar una colleja a más de un prenda -aunque sea merecida-.

  •            Sigo sufriendo  enormemente cuando tengo que decir un desilusionante, destrozailusiones y desmotivador NO.  Los NOES son apisonadores emocionales de proyectos de vida, que propicia dar bandazos ciclotímicos con tendencia paranoide, esto es, que básicamente no tienes más cojines que  aprender a asumir deportivamente tu gozo en pozos sin fondo, y además gozosamente, para que nadie note tu desilusión, porque se tiene que ser fuerte de fábrica.

  •             Todavía no me han salido esas agallas que dicen que salen ,- SÓLO ME HAN SALIDO GARRAS DE FIERA CUANDO ME ENFADO-,  para soltarle tres crudas frescas en condiciones a quien se las merece, cuando confabulan atentados terroristas contra mi persona. Y ni qué decir tiene que no me he podido hacer a día de hoy con un chubasquero de esos engrasados de aceite tan especial y preciado , que hacen que te resbale todo lo que dice aquel que no te merece la pena.

  •         Sigo sin empezar por mí, en mi escala de prioridades. Cuelo a todo el mundo, no lo puedo remediar, todo el mundo va antes que yo; tengo complejo de “Última de la fila”. Quién sabe, ¡dicen que los últimos serán los primeros! Y encima sigo siendo una histérica impaciente que berrea a sus niños cuando le sacan de quicio, y  además me igualo a ellos  en cuanto a enfados infantiles como si tuviera su mismísima edad... ¡¡Incluso poco boquita de piñón como cuando tenía 12 años!!

  •          Me niego a salir sin maquillaje ni pendientes;  soy total defensora del "antes muerta que sencilla"...  Será porque mi madre no soportaba verme sin pendientes. Ojalá derrochara esa  seguridad en mi misma como para deslumbrar a todo quisiqui con mi carita lavada en plan "top" de estar por casa. La guasa que aparenta mi cara con las arruguillas y el “vis” de que estoy de vuelta de todo y que no me importa nada, es sólo fachada…

  •           Me hundo en un charco como si fuera un Océano, cuando intuyo que decepciono a alguien, y mucho más, cuando lo hago sin darme cuenta- Y CADA VEZ LO LAMENTO MÁS. Soy churri-blandengue, no lo puedo remediar ; lloro, muuuuuucho, -MUCHO-,  con lo que me entristece, por miedo, por impotencia, por alegría, por saturación  en incluso con un pastelón malo Antena 3. Y de la misma manera que lloro, me sigue entrando el pavo incontrolable con cualquier chorrada … Y río de risa hasta que me duele la barriga.  ¡Ah! También me sigue dando yuyu la oscuridad  y me dan pánico las pelis de miedo de espíritus, aunque me encanta verlas para gritar -y así aprovecho y "revierto" energía negativa acumulada tóxica-.  Creo que me salió el corazón demasiado chico para emociones  tan grandes.

  •         Sigo pegando empujones  como una bruta a las personas que interrumpen la entrada y la salida de emociones bonitas de mi corazón, y se quedan ahí taponando el paso. Embisto irracionalmente para que circule el "aire". Supongo que es una reacción instintiva de mi  de mi "Yo" o de mi   "Súper YO" ( ¡no sé, esa es la excusa de Sigmund Freud!- me estoy leyendo "Manual práctico de pscicología" de Vallejo-Nájera, a ver si así me entiendo mejor a mí misma, para entender mejor a los demás-)

  •          Todavía no tengo esa seguridad y convicción en mis decisiones , arrepintiéndome siempre más de lo que digo (al minuto 2 de haberlo soltado), que de lo que no digo. Y me arrepiento  más de lo que no hago, que de lo que hago. Y  A MÍ ME DIJERON QUE LA PELI A LOS 40, NO IBA DE ESO.

  •           No lo sé todo como yo creía, NO SOY ESA PURETILLA ENTERÁ -pero encantadora-, en la que pensé que me convertiría;  pensando que llegada a cierta edad tendría una especie de Google marcado a hierro como un chip en mi cerebro, -o una bola de cristal metida en el bolso- , pero  a día de hoy, resulta que mis hijos me siguen dando más lecciones de comportamiento y de sabiduría existencial ( como guantás sin mano), que yo a ellos con la mitad , de la mitad, de la mitad, de años ; con lo cual, al tópico “sabiduría de la experiencia” lo tumbo yo con la “sabiduría de la inexperiencia” de mis churumbeles.

  •                    NO asumo capítulos de mi vida que me abochornan moralmente aún a día de hoy , como cada vez que me recuerdan alguno de mis amigos -partiéndose de risa-, cómo se me cayó mi hijo mayor con mesecillos de vida del carrito cruzando una plaza con muchos adoquines ( se  me escurrió  de los botecitos y le había puesto mal el cinturón), cuando iba como una moto a casa , … Un viejecillo borracho de un banco empezó a darme voces:- : “¡¡ Seññorrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaaaaaa, el niñoooo, que se le ha caídoooooo!!!”´  ( Sin comentarios)

  •            Adoro y meto en mi mochila a quien me hace sentir "grande" y valorada y no le tengo ninguna estima a las personas que hacen que mis ganas se  vuelvan diminutas. Confundo izquierda y derecha, cuento con los dedos y sigo odiando las matemáticas. Y sigo mirando para atrás cuando me voy de un sitio para comprobar si se me olvida algo; y después de hacerlo, lo vuelvo a hacer. Y cuando ya estoy  montada en el coche o en mi casa, vuelvo a dudar si se me habré dejado algo o no.


         En  fin , que  me gustaría poder decir que la arruga es bella y que la belleza pura y verdadera la da la madurez y serenidad que da la experiencia vivida... 

          Pero  es que ¡¡ ES MENTIRA!!:  La realidad es que me amaaaaaaarrgooo cada vez que compruebo que mi “contenido” cree que tiene 20, a pesar de que mi “continente” está siendo vilmente invadido por una banda de arrugas enemigas y mis neuronas se van suicidando  por desgaste emocional. Porque la verdad es que recuerdo mis recuerdos como si hubieran sido ayer cada  uno de los momentos vividos, y no con la lejanía del porrón de años que hace que ocurrieron... y los que me quedan ¡Dios! ¡No quisiera olvidar lo que no debo, y recordar lo que no quiero!


           Así, que decidme, ¿ donde leches se ha metido esa mujer  perfecta, respetable , madura, digna , firme y consecuente, -con las uñas siempre  pintaditas y bien limaditas a la que nunca le falta un pimiento-, que sieeeeeempre termina lo que empieza, en la que se supone me debía de convertir a medida que he ido cumpliendo años? ¡¿ Me lo puede decir alguien?!








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