Feliz 80, papi.







               ¿No sería bonito... haberme despertado hoy  para felicitarte por esos 80 añacos que cumplirías?


               Pero no, este día no ha sido así. Ni te llamé, ni te escribí, ni me llamaste para reñirme por no haberlo hecho temprano, o haberlo dejado para después de otro "algo" de mi caótico trajín. Me he tenido que conformar con cambiar mis fotos de perfil para marcar en fosforito mi querer.  Y te he puesto a ti. Cosa que te habría mosqueado; lo sé, pero aún así lo habría hecho , me habrías reñido, nos habríamos enfadado, habríamos discutido, nos habríamos perdonado y habríamos seguido queriéndonos.

                El caso es que la  sensación de vacío y la penita  sin consuelo se ha ocupado todo el día de dejar mi sensibilidad en cueros y he estado "tontorrona" todo el día imaginándote, re-imaginándote y volviéndote a imaginar, adornando a conveniencia mis recuerdos. Coloreándolos: los más feos los he teñido de verde; con la esperanza de que las decepciones que tuviste conmigo como persona no te  hubieran condicionado las expectativas que tenías de mí como hija; y  los más bonitos  los he puesto en un jarrón con flores amarillas y blancas ,- y una ramita de hierbabuena pa que huelan bien-.


          Todos ellos, mis recuerdos, bien exagerados para que llegue el sentimiento más alto, a ver si te encuentran... No será difícil, porque estás aquí también. Es fácil. Tan solo tengo que cerrar los ojos e imaginar : mi "yo" de pequeña, entra en el portal de mi casa y empieza a percibir un olor. La mezcla perfecta: óleo, aguarrás y tu colonia; mientras voy viendo tu cuadro/muro en el portal  y me voy entusiasmando más  a medida que avanzo  llegando al ascensor ¡porque el olor va aumentando! Hasta que entro finalmente.  No me queda duda:  todo el ascensor está impregnado de ti y  has venido, estás en casa y te voy a ver. Y ese simple hecho, sin haberme fundido en ese abrazo todavía, ya me bastaba para ser la más feliz del mundo.¡Te pondría la cena! Y sólo me hablarías de cuánto me querías sin parar de inventarte historias para  buscar  con tu particular fantasía mis sonrisas y mi admiración... 


     Esos 7 pisos que subía el ascensor  mirándome yo sola la cara de felicidad en el espejo y canturreando poniendo carantoñas durante todo el recorrido ( sí, sí esas todo el mundo lo ha hecho alguna vez!),  eran una galopada a caballo en ilusión con el corazón saliéndome del pecho.Creo que me inflaba  como un globo por segundos y  flotaba entre pajaritos que no paraban de cantar; ¡te aseguro que si se descolgaba el ascensor no me hubiera caído nunca!


     Cuánto y con qué intensidad te quise, te quiero y te querré.  Querer sin medida. Querer a un héroe. Querer a un genio. Querer a un artista.Querer  incondicional . Un ser excepcional con un sentir excepcional, que nos enseñó a querer de manera excepcional con un querer selectivo pero abierto, libre de cadenas, siempre inclinado por que la realidad aunque cruda, tuviera una "estética agradable". Y eso sí, siempre presente, igual que ahora... Nunca me faltaste; aunque te faltara yo.



        Eres artista en forma de ser y de sentir; con el don de conseguir que de la parte de persona de carne y hueso que  llevamos dentro, de esa  parte de simples "mortales" que tenemos;  emane con una potencia incontenible, la magia absoluta de poder percibir  tu  propia "dimensión", tu perspectiva , tu propia interpretación de la realidad, elevando así esa creación a lo más sublime que se puede conseguir:



 CONMOVER CON TU OBRA Y CONSEGUIR INMORTALIZAR MOMENTOS CON  SENTIRES, ANULANDO LO LETAL, LO CADUCO, LO GRIS, LO AGRIO, LO FEO...  ESO SÍ QUE ES ARTE.




 Quizá no fui la mejor hija; quizá no fuiste el mejor padre. Pero el simple hecho de querernos y aceptarnos sin demasiadas preguntas ni reproches jugando a vivir en el rechazo a lo oscuro que dejaba sin luz  a los pensamientos que necesitábamos claros y coloridos ( inclinación compartida), fabricó un cariño especial entre nosotros que nos hizo invencibles.


Ser querida por un corazón de tu categoría me ha hecho ser como soy y querer a los míos como los quiero;  y hoy y siempre te llevaré conmigo aunque estés repartido entre todos los que tuvimos el privilegio de"ser" un poquito de ti. Y cómo no, vives y vivirás  repartido entre toda tu obra , y pondré todo mi empeño en que así sea. 



Porque duele tu ausencia, pero solo eres invisible para los ojos de quien no ha tenido el honor de vivirte.


 SIEMPRE AYALA









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