No hay nada más tentador y desafiante que enfrentarte a una página en blanco en tu vida.

    " Páginas en blanco", de esas que has dejado aparcaditas sin rellenar porque los sentimientos de ese momento no eran los adecuados para escribir y hacer "historia oficial" dando testimonio a los renglones de tu vida.

    Es como quedarme voluntaria y temporalmente  sin tinta ,de  la que escribe mi vida, la "sangre" que corre por las venas de mis recuerdos. Al menos de los míos. 

    No se muy bien si lo que verdaderamente me falta es inspiración, o son ganas, pero sé que si no lo hago, - que normalmente ya no lo hago, por no sacar polvo a los recovecos escondidos, será por el virus...- , ¡EXPLOTAN! Y si no hago limpieza y exhaustiva autopsia a lo vivido no hay purga. Y sin purga las sensaciones buenas y las " malages" se mezclan, y ya la hemos liado... Asaltan sin avisar en un espectáculo de puro desorden y el descatálogo de emociones estalla por necesidad de ser liberado y compartimentado. Quieren sus etiquetitas; lógico.

    


    De esas páginas tengo unas pocas, ahí bien limpitas, sin escribir; porque probablemente duelan, y mucho.

    De muestra un botón: viernes tarde, "Mercadona time". Mientras buscaba algo "nuevo" que cenar en casa  entre los estantes del queso y escondidita detrás de mi mascarilla , permaneciendo inmersa en mi aparente, ansiada y buscada felicidad, vi acercarse a mi,- juro que así lo creí- a mi padre, también escondido detrás de una mascarilla. Creo que hasta creí oler Álvarez Gómez y todo.

    No sé explicar... Mezcla de susto, que me dejó el corazón aporreando el pecho después del carrerón de la sangre recorriéndome el cuerpo entero.  Extrasístole a tope. Cuando me di cuenta que no era él, que solo se daba un aire, me puse a llorar " ipso facto", yo solita como una magdalena.

    La gente me miraba no sé sin con compasión o como una loca perdida. Que en realidad, así me sentí, " loca perdía", y desubicada. Me vino de repente un aluvión de nostalgia; y parece que todo lo que me había guardado sin querer sentir cuando se fueron cuando no les tocaba, quería salir allí mismo. Todo juntito. La pena que me guardé hace más de 20 años de mi madre , la  de mi padre , más reciente... y la de mi tía Paca si hacía falta. Todas guardadas.

    ¡Unas ganas que me entraron de tirarme al suelo allí mismo, tirando por la borda de un   tirón, mis rangos adquiridos de madre, Cuidadora Universal, Esposa, Oficina de Reclamaciones Oficial MATER, Cocinera de Realidades y Otras Curiosidades-para que no vengan muy crudas-, y cómo no, Decoradora de "Imprevistos" ocasionales y propios del día a día de mis hijos. 

     Ganas de que me recogieran en un abrazo uno de los dos, a fin de cuentas, que me devolvieran por un momento esa sensación de"aquíestoyyonotepreocupespornadaqueyoteloresuelvo","queyotequieroooooaunqueseasssunapetarda", "siteequivocasnopasanadadenada". 

GANAS DE SENTIR ESA FELICIDAD REGALADA.QUE ME CUIDARAN SIN MÁS.

-" ¿ Qué te ha pazzzado mammiiii? "Mi marido y mi Hijo4Intenso, muertecitos se quedaron al ver mi triste estampa. Pensaron que " algo" me tenía que doler, algunas de mis hernias, algún achaque nuevo sobrevenido de mis 44 tacos dando la cara, ¿ me habría peleado con alguien por la última red de mejillones a 1,95? ¿Se me habría caído la caja de leche en el dedo gordo del pie?

    Noooooooooooo. Me había venido a visitar " Batiburrillo de Emociones Contenidas & Company", que llevaban ya mucho tiempo sin aire y querían salir a pasear un rato para no enquistarse con los dolores del alma. Todito aquello que metemos en una saca porque no apetece sentir,  o porque  simplemente intuyes que te dejarán espachurradita y débil, y no hay tiempo de eso...

    Y voilá, que aquí me veo haciendo un ejercicio de destape sanador que me haga mejor persona, intentando rellenar páginas en blanco para que no me vuelvan a coger desprevenidas en medio de Mercadona , que tiene muy poco glamour.

     Y me doy cuenta de que mi vida es eso: dirijo toda mi vida a que ellos tengan la ocasión de vivir una felicidad más fácil: que perciban o reciban la felicidad de la misma manera que yo la captaba a sus edades. Sin agentes externos que lo desvirtúen ,-o los desvíen- y mucho menos una PANDEMIA.

     Qué penita me da, porque cuando se es joven los sensores receptores de " lo bueno" están abiertos dispuestos a captar todo lo que les procure un poquito de más satisfacción, seguridad, crecimiento, más buen rollo a fin de cuentas; todo aquello que ellos engloban en su ya conocido por todos los padres " EN PLAN..."

     Sufro por ellos, porque la pesadez de esta incertidumbre les obliga a experimentar y/o vivir esta extraña realidad que parece más un cuento interminable, ya no es ni de terror. Se han ido adaptando a un "monstruo" del que ya no se asustan, pero respetan, que les ha hecho poner uno de los dos pies en el suelo, porque el otro lo siguen teniendo gracias a Dios en el aire con la esperanza de que todo esto termine.

     Espero de corazón, que puedan disfrutar esa "FELICIDAD REGALADA" que tuvimos, y esas ganas de vivir como si no hubiera un mañana , esa felicidad que te viene por derecho. Aquella, la más fácil, la que saboreas pero no valoras porque cuando eres joven piensas que la mereces sin más, sin saber todo el esfuerzo de una madre y/o un padre luchando día a día para procurártela. Con la tranquilidad de saberlos colchón incondicional.

    Porque un buen día cuando no estemos, se la tendrán que procurar solos, y no será fácil, será difícil, pero su búsqueda, será su camino, será su premio, será su esfuerzo, y por  todo ello; AL RECORDAR LA FELICIDAD FÁCIL QUE LES VINO REGALADA, tendrá muchísimo más valor: y no querrán dejar páginas en blanco.


Pd.: Lo que da de sí un llanto en Mercadona...

     




BURBUJAS (BUBBLES)













  Te despiertas. Abres los ojos, reseteas e intentas hacer un repaso mental al día anterior para saber con qué pie tienes que intentar bajarte de la cama, para no perder del todo el equilibrio de tu vida.

  Pasan unos segundos , y vuelves a ti... Reparas en que te está volviendo a invadir esa extraña sensación. Es verdad, es una realidad; no una pesadilla, por imposible que parezca, no es una película, está pasando.

  Es una sensación rara, podría decirse incluso "nueva", sí, entrecomillada, en negrillas y cursiva; que te impulsa a no saber cómo encajar un poco de cordura entre todas estas emociones que nos están volviendo locos.

  Y me doy cuenta de que mis miedos de toda la vida, los de estar por casa, han cambiado. A mi escala de valores la tengo puesta centrifugando en mi cabeza. Las preocupaciones que tenían mi copyright, -que me intentaban arrebatar un poco el sueño cada noche-, están siendo arrasadas por un vulgar bicho que viene haciendo surf en un Tsunami Pandémico, sin saber todavía muy bien de dónde viene , y mucho menos, a dónde es capaz de llegar con la intensidad de esa ola: EL MIEDO DE TODOS.

   Así, que ahí , en mi cama, me obligo a abrir los ojos, respiro, cuento hasta diez aunque tenga ganas realmente de contar hasta mil, y activo mi propio estado de alerta emocional, que me va a da la fuerza suficiente para estar bien  y sobretodo para poder hacer que mis "compañeros de guerra" lo estén: ese estado de alerta que me obliga a estar 24 horas en guardia, observando a cada uno de ellos, analizándolos despacito, para descubrir cómo están atravesando esta historia- película nueva para todos-, que ojalá sea muy pronto ,esperemos; no será más que eso, UNA HISTORIA QUE CONTAR.

  Quiero que rían, necesito escuchar sus risas, de esas que son de las buenas, de las auténticas, de las que sientes que sanan el alma... Porque el tiempo que duran esas carcajadas le están  ganando batalla al miedo . Su miedo, alimentado en gran parte por el reflejo de la incertidumbre general, y sobretodo la de sus propios padres- su ejemplo-... 

  Pero la sobredosis de información, unida a la sospecha de la desinformación, y el terror de no saber qué va a pasar o cuánto tiempo más va a durar, la reciben de manera constante por todos lados. Y como tienen tiempo suficiente para asimilarlo, meditarlo y engullirlo a regañadientes, -y mucho-, van tiñendo sus esperanzas de un desagradable verde oscuro que les arrebata la chispa que se les enciende al reír.

  Pues se acabó. ¡Vamos a ganar la batalla!. Porque sí, porque somos humanos y grandes, y "él"( lo pongo más pequeñito porque no se merece una letra normal), un vulgar bicho. Porque vamos a salir de todo más fuertes y unidos que nunca. Porque estamos descubriendo el valor que tenía el tiempo pasado y la calidad que debe tener el tiempo futuro. Porque de todo el mal que está intentando dejar vamos a sacar refuerzo. Porque le vamos a dar claridad a la esperanza de nuestros niños con risas, bromas y energía positiva. Porque vamos a hablar con naturalidad de nuestros planes futuros; porque los tendremos, y podremos llegar a salir a entrar, a achuchar, a besar y a apretar manos...Porque no vamos a insuflar con dudas más aún su incertidumbre. 

 Porque todo el esfuerzo y sufrimiento que está absorbiendo de todos los que nos intentan cuidar le da PODER, Y NO TENEMOS QUE PERMITIRLO no vamos a dejar que se cuele en nuestras casas. Porque la única debilidad de la que se puede alimentar es que no lo conocíamos

  Nuestra casa es nuestro castillo, y lo defenderemos a capa y espada con pensamientos positivos, planes y muchas risas. Así ayudamos en esta guerra, confinados entre nuestras murallas con buenas vibraciones para que no haya más heridos...

  Y mientras están los verdaderos guerreros luchando, - los profesionales que se juegan a diario en el campo de batalla la vida por nosotros a cañonazos de valentía y pistoletazos de coraje-, nosotros nos  quedamos aquí en casa y no nos vamos a quejar más de nuestro "encierro", porque es el arma más útil para ellos,  los que nos defienden. 

  Porque estamos sanos, vivos y juntos. Porque el tiempo no se ha parado; lo que se ha parado es nuestro ritmo de vida sin pedir permiso, quedando circunscrito entre las paredes de nuestra casa. Transformando todo en una oportunidad para conocernos mejor, en una circunstancia que nunca imaginamos...

 Descubriendo que somos solidarios, que nuestros corazones unidos tienen más fuerza que nunca y eso me llena de un tipo de orgullo que jamás había sentido hacia personas que hasta no conozco, invadida entera de una gratitud inconmensurable, por todos los gestos desinteresados.

REÍD Y SED FELICES DENTRO EN VUESTRO CASTILLO... COMO SI DE LA MEJOR  Y MÁS SANA DE LAS BURBUJAS SE TRATARA.




Lo saben las flores lo saben...











      Un día cualquiera. gris, de los que nunca me gustaron, y a él tampoco.
      Recibo la primera de las cinco llamadas de rigor y de amor diarias que me hacía con su peculiar e inconfundible tono de voz ...

 -" ¡OOOh mi queridaaaa hijaaaa ¿Cómo estás linda flor de la playaaaaa?-"

     Y no sé cómo,  conseguía enfrascarme en cualquier conversación tiñendo mi gris y el suyo con su fantasía y exageración en transmitir cosas bonitas. Imaginando juntos el olor del azahar que tendrían los árboles de la Avenida después del mal tiempo y acabando riéndonos de nuestra dichosa meteoropatía genética,  y de lo buenas que estaban las coliflores "rehogás"  con un chorrito de las naranjas amargas de esos árboles. 

 ESO ERA  ARTE Y AMOR, CONJUGADO  CON  LA PROTECCIÓN Y  TERNURA QUE SE SIENTE POR LOS HIJOS.


  Mi padre conseguía que me asomara a su ventana. A  esa  por la que  se asomaba en los días grises. Para que viéramos juntos desde el otro lado. De nuestro lado, del lado de almas que sienten similar. Con los ojos de quien decide cómo percibir lo que nos gusta o disgusta de la realidad. Disfrutarlo o rechazarlo. transformarlo, decorarlo... Con la magia imprescindible de la imaginación; incomparable tesoro para la supervivencia de un artista.

 Para mí un artista siempre ha sido todo aquel que es capaz de crear ALGO  de la NADA. Llenando así TODO  de contenido. Sensibilizando aun más nuestros sentidos para que seamos capaces de percibir toda su energía, limpia, potente y directa; toda su PASIÓN. 

Consiguen dotar a los sentimientos  de una  emoción tal que nos elevan el alma;  generando una actividad en nosotros que nos entusiasma, que nos mueve , -y  conmueve-,  que nos despierta y que nos fascina... Brota de lo más profundo, de ese fondo que permanece dormido y aletargado por nuestra rutinaria realidad.

 Un artista, cualquiera que sea su medio de transmisión activa el motor de esas emociones perezosas; las que se pierden entre las escondidas y las dormidas dentro de esa NADA. Y se las lleva de paseo dirigiéndolas directamente a un cambio de estado... APASIONÁNDONOS.

 DECORAN LA VIDA. HACEN EL MUNDO MÁS BONITO. DISFRAZAN REALIDADES. EXPRESAN , TRANSMITEN E INTERPRETAN. TRANSFORMAN, AGRADAN Y CREAN.  Y COMPARTEN SU FORMA DE VER LA VIDA CON ESE "SENTIDO DE MÁS" QUE SOLO TIENEN ELLOS. LA CAPACIDAD INTUITIVA DE CREAR PARA TRANSMITIR.

     Mi hermano mayor, Iván Ayala Gallardo, es un artista.  Creo haber logrado interpretar su realidad y ha conseguido transmitirme su modo de " genio  escondido". 

     Chapó por tí, y por todas aquellas personas que tienen el don de hacer la realidad más agradable intentando transmitir emociones a través de su magia y de su arte. 

     A todos aquellos que ponen ARTE  a la vida dándole, sentido, color y música para que la aprovechemos tan intensamente que la palabra "VIVIR" sea motor y  gasolina del alma.



Las flores



 Lo saben las flores,
 lo saben,
 que hoy hace un día de amor.


Lo saben las flores
lo saben...
que mañana la luna será el sol.

Mañana la deuda pagada,
y ayer el día vencido.


Lo sabe la tierra,
lo sabe,
que mañana lo saben las flores.


Mañana las flores sabrán
que ayer la luna fue sol.

Mañana la deuda pagada,
y ayer el día vencido.


Lo saben las flores
lo saben...
que mañana la luna será el sol,
ayer el día vencido,
y mañana la deuda pagada.


Si días me dieran contados
ayer me iría vencido.
Lo saben las flores lo saben
que hoy hace un día de amor.


Si me diera por verte en el día.
Si me diera por verte en el amor.
Porque las flores lo saben , lo saben,
que la luna salió antes que el sol.


Si me dieras el vino de tu boca,
una fuente te haría yo.
Porque tu vino es fuente y es mar
y a la mar y a la mar va a parar.


Si me dieras del vino de una fuente,
una fuente y el mar de tu boca,
que una fuente y al mar va a parar.

Lo saben las flores lo saben
que mañana la luna será el sol,
Lo saben las flores lo saben,
que hoy hace un día de amor.






 Iván Ayala. Mención en Poesía.Certamen de AFEMEN.