Móvilus terribilis








            Ahí, tirada en el patio de mi casa, mientras hacía un  descansillo de 30 segundos entre carrera y carrera con mi hijo"4" (para alejarlo un poco de tanto Terribilis , de Peppa Pig  y sus compañeros de cartelera en Clan, y de todo bicho animado del "Yutu" ...) yacía yo en el suelo; él en moto-correpasillos cual apisonadora y yo con mini patinete oxidado de mi hija "3". Ahí me replanteo yo estos momentos de mi vida. Mirando al cielo, en plan  "aquímequeounratitoquenomevenadie".

              -" Mira gordo, ¡qué bonito está el cielo!- le digo recién caída del patinete, un poco con la espalda tiesa, y tiesa también de pilas, intentando dosificar mis ralladuras de coco (o de limón), con la medida justa para no desestabilizar a mis biorritmos, o como quiera llamarse aquello que me hace todo los días tirar del carro y no volverme majara en el intento.  Locos biorritmos ... Y espachurraíllos también.

            Bueno, no terribilizaré más, ya que no sobredimensionar mis aconteceres recientes, se está convirtiendo en mi pilates personal. Porque,  NI TODO ES TANTO NI TANTO ES PARA TANTO, Y "TANTO" ES LO QUE NOSOTROS QUERAMOS QUE SEA .

       Pero como toooooodo en esta vida,  hay soberanas excepciones. Y creo sinceramente que hay algo que se me está escapando... Bueno, a mí y creo que  a un@s cuantos "gestor@s familiares" más.

      Me explico: se me están acabando los recursos para tirar  el  muro que se viene levantando desde hace unos añitos ya, que delimita  claramente el área entre mi espacio y la  "confort  zone "de mis hijos:

El "Móvilus Terribilis".  Y conste que lo he probado casi todo:

  ¿ Media hora para leer libro diario? Sí, sí, sí; "claaaro que sí guapiii". Aunque sea un cómic o un libro de cocina japonesa: Batalla perdida.
  ¿Trabajos forzados extra en casa? Derrota total.
  ¿ Libertad condicional? Ídem.
  ¿ Restricción a media hora de uso al día? Me dan 100 vueltas y hacen el pino puente con mis despistes.
  ¿ Sin dinero?  Tiran de huchas o aparece dinero milagroso de tipo "tengotodavíadelacomunión" o de "cuandolaTíaPititamedióenPrimeroPrimariaparachuches" 

¡¡Ejem, ejemmmm!!! Pero ¿perdoooonaa? ¿ Qué me está pasandooooooooooo? ¡¡¿ Mi autoridad ha pillado un vuelo de esos de los de Ryan Air, de los que yo cogía tanto antes de que me arrebatara mi dignidad maternal el terribilis?!!

      Y la santa medicina sé que diréis que supondría quitárselo para siempre,  eternamente, que es de lo que te entran ganas; pero es que egoístamente a mí me conviene que lo tengan... Y soy blandiblú ( o "slime" que eso se lleva mássss) toda yo, porque tampoco los queremos hacer diferentes.

     Y es que  lo ven como un tesoro preciado que los hace ser mejores , cuando nosotros lo vemos como un tsunami que arrasa con su atención  provocando daño en el querer, en la simpatía, en la manera de relacionarse, en sus ilusiones por vivir, en el concepto de lo que es la vida. En sus mentes. En las nuestras...  DISTRACTED MINDS!!


Se me hace un mundoooo controlar esta droga tan absurda de mis hijos, que nos engancha a nosotros también, de manera incongruente total; para que engañarnos. 


  Se nos están acartonando a tod@s las neuronas, que lo sepáis.

  Es un imán absorbe-atención, merma-ilusiones, y llave para que a la sapiencia juvenil le falte gasolina; y un abono directo para demencia senil y Alzheimer para los más maduritos.  Fijo. 

  Nuestra  permisividad y libertad total -por la conveniencia a la que a mí personalmente, me lleva mi caos diario-, está convirtiéndolos en "seres de hoy en día" que huyen despavoridos de todo aquello que huela a responsabilidad y gozan de un arte sin igual para que los dejes en paz, adquirido a base de aburrir a sus padres;  que los ignoran derrotados y cansados ya de advertir cinco veces para que te atiendan a la sexta.

- " Castigad@ sin móvil!! Castigad@ sin móvil!!! - "Castigad@ sin móvil!!!- " Castigad@ sin móvil!!"

  Eternamente castigados sin móvil. Hasta me aburro yo de escucharme.

  Conocen  mucho antes de lo que les toca, los mares descontrolados de la red. Pero van a la deriva. Sus inocentes conciencias (¡ojo! de algunos...) son incapaces de asimilar lo que reciben,  y les queremos tanto que se nos están desdibujando los límites del consentimiento, poniéndonos la venda del cariño en los ojos. 

        
   Y lo peor es que lo ven normal, porque Perica, Juanita o Mengano también lo hacen. Y ya han asimilado encontrarse con barbaridades que no deben en esa gran ventana a lo desconocido. Han asimilado bichear cual "viejas del visillo virtuales" en las historias de Instagram de los demás.

   Y lo único que les preocupa es  no estar en el pellejo virtual del otro , en la realidad que  muestra la red al otro lado de la pantalla -  realidad tuneada totalmente con el filtro de la vanidad inmadura -,  suscitando envidias sin sentido, vacías de fundamento; fomentando competitividad valorándose ellos mismos en "seguidores virtuales" y no en amigos para siempre , olvidando lo maravilloso que es aprender a ser uno mismo.

   Y no saben que las historias que  realmente deben vivir son las de verdad, las de carne y hueso y sobretodo y por encima de todo las suyas propias. Las historias de una civilización normal, para ellos carroza o retrógrada: la que se educó a rodillazos en el parque o la placita de turno y bocadillos de chocolate . Pero no, ahora con 11 te piden dinero para irse a una pizzería después del colegio un viernes, y si te niegas se monta una guerra mundial porque los haces "raros"... Cuando en mi casa era una fiesta el día que se pedía pizza o un chino. Quizás la rara sea yo, quién sabe.

   ¿ Quién no tiene que esperar  desde hace años a que terminen sus partidas  por que están"on line" , antes de que ni tan siquiera  se pueda  abrir la boca por que te suplican desesperadamente que te esperes como si se fuera a autodestruir el aparato si no terminan la partida?

 ¿Y las comidas?  ¿Qué me decís? Si hemos conseguido prohibir al terribilis en la mesa, ¿ quién no les  ha pillado con los ojos a la virulé  y/o el móvilus medio caído entre las piernas? ¿O con la cabeza mirando fijamente absortos al plato con el móvil colocado justo en la misma dirección de su campo de visión?

 Móviles escondidos debajo de colchones, entre cojines o debajo de la almohada:

 " - ¿ Quién ha puesto esto aquíii??? ( Eso me dijo con todo el morro que pudo mi hijo2 cuando le pillé la primera vez al darle un beso de buenas noches).

 Móviles que parecen indestructibles y sobreviven a pantallas rotas  y al mal uso que le dan queriendo, por que guardan la esperanza de que les compres uno mejor si consiguen romperlos.

 Aumentan cada vez más los silencios... ese tiempo que pasamos en "ralentí" se nos escapa. Cuántas cosas se podrían hacer con todo ese tiempo... UN TIEMPO PRECIOSO CON EL QUE PODÍAMOS HABER HECHO TANTO, ESE "TANTO" DEL QUE HABLÉ AL PRINCIPIO, QUE HUBIERA SIDO...


 LO QUE NOSOSTROS HUBIÉRAMOS QUERIDO QUE FUERA.

    

   


Ayala's way





         Supongo que hasta que uno no consigue colocar cada sentimiento en su estancia correcta no deja paso a nada más. El sentir se te encalla y en consecuencia ese batiburrillo de emociones se nos amontonan pidiendo a gritos que alguien que no sea uno mismo los ordene, para poder seguir tirando.
            
            No he sido capaz de escribirte antes por miedo a darme cuenta de que la fuerza de lo que siento no te llega allí, por que estás  tan lejos o tan cerca; quién sabe ... Y me gustaría  contarte mil cosas que no he podido, como que supieras que lo que se siente al ver tu obra , ahora que estás fuera, te gustaría. Es bonito sentir esa conexión especial con algo en lo que sé que estás. En cada pincelada, en cada destello, en cada tono, en cada rostro... En ese olor que todavía desprenden tus cuadros.

           Y seguro que ya has comprobado que tu dimensión te  ha hecho eterno. 

Esa eternidad ten por seguro que se encuentra en quién te siente y te recuerda. Créeme.

           Y hoy es uno de tantos días que me habría gustado escaparme a verte. Lo más parecido que encontraba a que se parase el mundo para bajarme un rato era ir a verte al estudio , para quitarme la capa  de "todo lo puedo" un rato contigo, aunque no hablásemos, aunque estuvieras molesto conmigo por cualquier actitud o alguna historia mía que  no pasara por tu visto bueno.

         Avergonzada  siempre, por tantas veces que no te podía contestar a tus llamadas por que siempre había algo que en mi "escala" te relegaba a un puesto más lejano en mis prioridades.

              Esas absurdas prioridades que me va marcando mi hambrienta rutina que a diario se zampa de un  sólo bocado las ganas, las fuerzas y el "tan necesitado" humor para no morir de realidad ; desestabilizando así el equilibrio de mis "quereres". Quereres varios, los que con el paso del tiempo siguen estando y se vuelven intensos afianzándose y enganchándose a hierro a tu corazón para siempre, y otros que van perdiendo fuerza hasta que se pierden en mi  "terrible"- pero involuntaria- recurrente  inconstancia.

           Qué equivocada estaba... Qué equivocados estamos todos esos "afortunados" a los que nos toca el querer intenso de quién te elige, pensando que siempre contaremos con ese refugio para reciclarnos, para escondernos,  o para resurgir de esas cenizas a las que nos lleva el  trajín del  caótico  estrés diario.  Ese querer  que se vuelve "salvavidas" cuando cuenta con la magia de lo incondicional,  y que te deja absolutamente desamparado cuando te falta...

Y cuando lo buscas para no ahogarte, cualquier día como hoy, te das cuenta que se perdió con él.

    Así que hoy no podré evadirme en un abrazo empapado en olor a ti, hablando de da igual qué cosa, arreglando desde nuestra realidad idílica, la fealdad de la realidad verdadera. Adornándola como sólo hacías  tú por que eres mi padre,  y  con ese "cargo" te obligabas a estar siempre para todos. 

       Contándome historias dignas de poner en cuarentena, que aún hoy no sé muy bien si pasaron... ¡Pero qué bien las contabas y cuánto nos reíamos!. Como cuando me contaste  cómo te llamaban en Jerez por que siempre  andabas avistando a tus presas antes de acecharlas desde la barra del bar: " Halcón de la Venencia", de jovencito con tu traje blanco escamondaíto, con tus amigos, pero tú siempre el mejor, sin poder ser de otra forma.   Yo tan solo te escuchaba y me perdía en tus relatos... Como hija queridísima elevada al infinito que necesitaba ser para curarme de vez en cuando, y lo único que tenía que hacer era dejarme querer y admirarte y quererte. Que no es poco.

        Máximo exponente de la fantasía en mi vida. Creador de realidades mágicas alternativas. Las verdaderas. Sigues y seguirás. Por que el genio no muere. El genio crece en quién tiene la suerte de apreciar tu arte.  Y tu arte eres todo tú ...Tu "Ayala" manera de sentir, y en tu " Ayala"  manera de hacer sentir.  Un hombre ejemplar.

    Ya no está aquí tu querer, pero sí el nuestro; el de todos nosotros a los que diste magia.

Y esa magia permanece en tu obra y en nuestros corazones . Nada se perdió en tí.

Y todo está por ver.