A donde tu voluntad te lleve...




    Quieres alas… y las tendrás. Pero por ahora tu vuelo deberá  estar sometido a mi protección…  


    Porque  estoy obligada desde el corazón hasta lo más hondo de mi espíritu, a controlar tus alas, aunque  ello se transforme en una lucha que nos va a ir enfrentando cada vez más;  porque tengo que guiarlas  para que planeen bien  de cara a los vientos que se opondrán a tu vuelo. Para que resistas y llegues a dónde quieras llegar...  A DONDE TU VOLUNTAD TE LLEVE. Tu felicidad tan solo dependerá de lo que eres y de cómo afrontes los altibajos en tus vuelos. De ti dependerá  que aprendas de lo que te irá  ocurriendo en tu viaje.


    Eres como un espejo en el que me miro, y a veces veo el recuerdo de todo lo que fui, con toda tu rebeldía, tu sensibilidad y coraje ante injusticias… Y otras el deseo de lo que me gustaría haber sido, porque admiro  tu sensatez, tu pragmatismo y tu persistencia ante las cosas que quieres.    Y quizás me equivoque, y en realidad seas una persona con la capacidad suficiente para discernir lo que está de bien de lo que está mal…pero no quiero que te hagas daño al caer, ni que te equivoques en lo mismo que yo.


   Aún recuerdo cuando me enteré de mi embarazo a los 22 años - con un miedo atroz-, mezclado con la ilusión efervescente de saber que existías…  que me llenaba de mariposas el estómago y me hizo invencible ante todo; como una niña que está a punto de montarse en una  gigante montaña rusa que a la vez que  le aterra , le fascina. Como la niña que todavía era, y la que todavía sigo siendo. Porque no se termina de madurar nunca, ni se termina nunca de aprender en esta vida, te lo aseguro. 


    Porque  ERES MI PEQUEÑO, MI PARTICULAR TESORO.  Mi niño pequeño que llegó al mundo  luchando y  sufriendo con tres  vueltas de cordón. Ahí tan prontito empezaron tus problemas. Y ya ahí, empezó nuestra lucha juntos . Por aquel entonces me solía preguntar a mí misma, qué es lo que iba a hacer yo con una responsabilidad tan enorme, si aún no había empezado a terminar de madurar; y resulta que aún ahora me pregunto cómo voy a guiar bien tu vuelo,  si todavía no he llegado a controlar el mío… Si todavía  me equivoco tanto, ¡y tanto  que me queda por aprender!  Y resulta que fuiste tú al llegar, el que me hizo enderezar mi vuelo para poder "sostener" el tuyo.


   Así que vive despacio y no tengas prisa… porque ya no eres ese bebé al que yo disfrazaba con pañuelos en la cabeza,  ahora no puedo elegir por ti; ya no te dejas hacer… Ya te hiciste mayor y aunque no sabes muy bien si pensar como  un niño o como un hombre, ahora tienes -y  tendrás-,  una infinidad de opciones que  ya no está en mi mano controlar.  Tendrás que decidir tú, porque tu futuro se formará a partir de tus decisiones, no de las mías; y no tengo más remedio que  confiar en que sabrás “ aprender”  a equivocarte, y a ponerle remedio a tus errores, porque hasta eso hay que saber hacerlo bien.

  
    TE QUIERO, con todo mi corazón, con toda mi alma y con  toda la ilusión que me dio el tenerte, con la esperanza de vivirte. Pero por todo el miedo que me da perderte y no poder disfrutarte, ME ESTOY CONVIRTIENDO EN TU ENEMIGA.

     QUIERO QUE SEPAS QUE LO SOY POR QUE TE QUIERO, y  PORQUE TIENE QUE SER ASÍ.  Te quiero hasta el punto de perder cada segundo de mi vida en nuestros “TIRAS Y AFLOJAS”, en nuestras “GUERRAS”, aunque no me entiendas y creas que me odies, porque no te dejo ser tu mismo; hasta el punto de convertirme en tu peor enemiga  para poder hacer de ti un hombre auténtico, sensible y honesto, fuerte como tú solo, que no necesitará la ayuda de nadie cuando aprendas a volar, ni tan siquiera la mía:

  •    Para que nunca te dejes abatir, por nadie ni por nada. 
 
  •   Para que todo lo que tengas que ofrecer sea bueno y para valorar   lo que te ofrecen.
 
  •    Para que veas siempre la vida como un regalo y no como un problema. 
 
  •     Para que aprendas a vivir, y no a sobrevivir. 
 
  •    Para que alegres a los tuyos y sigas siendo esa maravillosa persona que ya vive en ti. UN TÍO GENIAL.

   Yo sólo te protegeré y estaré siempre para amortiguar tus caídas… y para empujarte de nuevo.


   No me odies todavía … Espera a crecer y a darte cuenta que muchas veces tuve que dejar que te equivocaras para que te dieras cuenta. Que muchas veces no quise dejarte hablar  y te obligué a cambios de actitud para que no te arrepintieras de lo que ibas a decir… y para que no me hicieran daño tus inocentes "gritos de libertad". Sabiendo el daño que los míos le hicieron a mi madre… que tanto me sufrió. Y ahora me toca sufrirte a mí. Y seguirás pensando que soy tu enemiga y yo te seguiré queriendo con todo el alma; y seguirás reivindicando tu espacio… un espacio que hasta ahora quisiste sólo compartir conmigo.


    Perdóname si  crees que no te entiendo, perdóname si te angustias cuando te chocas contra los muros que crees que te levanto; ese muro contra el que te enfrentas cuando te niego lo que creo que no te conviene, cuando te reprocho lo que haces mal, lo que creo que te influirá negativamente… 


 ENTIENDE QUE AHORA ME CUESTE ENSEÑARTE A VOLAR,  PERDÓNAME SI CREES QUE AL ENSEÑARTE A VOLAR TE CORTO LAS  ALAS.


                         PORQUE MI OBLIGACIÓN ES HACER QUE ELIJAS DESDE TU FORTALEZA Y NO DESDE TU DEBILIDAD.

2 comentarios:

Publicar un comentario