Nobody's perfect.

   



  Contra las personas que quieren hacerme sentir mal, - voluntariamente-, con  mala intención alevosía; porque no aceptan, aprueban, asumen o admiten, mi forma de ver  y sentir la vida.

  Contra las personas que me rompieron el corazón en  mil cachitos poquito a poco, porque quisieron  dividirlo para fiscalizar mi cariño.

 Contra los que quieren que piense y/o actúen como ellos creen que debo y contra los que se sienten profundamente “decepcionados” ante actitudes que no creyeron que existieran en mí,  por mi forma de querer o porque sus expectativas que para mi tenían, eran más altas que las que tenían para sí mismos.

     Sin saberme yo en ninguno de los momentos  examinada moralmente, juzgada y prejuzgada por seres en los que confié y  aún confío.


CONTRA TODOS ELLOS ESTOY, PORQUE ME SOBRECARGAN MI CONCIENCIA DE REMORDIMIENTOS QUE ME ANGUSTIAN… Y LE DAN UN SABOR AMARGO A MI VIDA. UNAS VECES PERFECTAMENTE CUANTIFICADOS  Y  OTRAS INJUSTAMENTE MAGNIFICADOS POR EL “DAÑO INVOLUNTARIO”, QUE SUPUESTAMENTE LES HAGO EN SUS  EXIGENTES ORGULLOS…


   Y A TODOS ELLOS PIDO DISCULPAS:


    No tengo excusa; me considero una eterna equivocona; pero jamás lo hago con mala intención. Asumo plenamente mi imperfección, en la que mi género y mi personalidad se halla inmersa desde que comencé a pegarme piñazos  en mis primeros vuelos. Pero de esas “piñas” que me pego, salen las lecturas de mi vida… que son de  las más profundas y  “enmadurecedoras”.

    Aunque todavía no tengo muy claro si lo que quiero es madurar. Porque parece que cuando madure dejaré de hacerme tantas preguntas como me hago; dejaré de pensar que es lo mejor en cada situación, porque tendré ya todas las respuestas. Y creo que no quiero tenerlas... no quiero estar tan segura de todo. Dejaría de ser yo, con todos esos defectos y esas equivocaciones que me han hecho ser  una ETERNA IMPERFECTA  que lucha por ser mejor cada día.

    Seguro que podría hacer las cosas mejor, pero resulta que me acostumbré a ser caminante que hace camino al andar.  Y encontré mil caminos diferentes con mil maneras distintas de tomarlos. Y la vida me dio mil motivos para actuar de mil maneras sin garantizarme  la acertada decisión.

  • Me gustaría tener actitudes intachables, decisiones admirables y acertadas, resolución, disponibilidad sin límites…

  • Me gustaría ser la perfecta amiga que siempre está acompañando en los malos ratos, que nunca falla en cumpleaños , santos, y eventos importantes. Y que jamás descuida una amistad, desconociendo por completo el oscuro mundo de las enemistades.

  •  La perfecta hija, madre, esposa, compañera, amiga o hermana que siempre está pendiente de todo y de todos, que nunca falla y que tiene todo su tiempo para dar... La que siempre  soluciona todo, predispuesta a encontrar la palabra o la decisión “salvavidas" justa para cada momento. Y que tiene siempre el "don" de decidir complaciendo a la mayoría, sin alterar el orden natural del cosmos.

  • La perfecta mujer para su marido , con la dosis justa de sumisión, docilidad y polivalencia.

  • La perfecta madre paciente y compresiva; dulce e indulgente, con una radiante sonrisa desde que se levanta, y que no se altera nunca ante el caos familiar.


       PERO RESULTA QUE NO... que soy de carne y hueso, me equivoco y fallo a veces a las personas que quiero.

  • Ojalá fuéramos todos perfectos; pero no lo somos.

  • Ojalá todo fuera posible, pero muchas veces no lo es.

  • Ojalá todos fuéramos igual de condescendientes con los demás, como lo somos con nuestros propios defectos y con nuestras equivocaciones... pero resulta que somos tremendamente inflexibles cuando no comprendemos las actitudes de los otros , y creemos desconfiadamente que nos dañan nuestro amor propio a traición.
 

           TODOS DEBERÍAMOS SER UN POQUITO MENOS INTRANSIGENTES PORQUE  :
 
 
 "LO DIFÍCIL NO ES ESTAR CON LOS AMIGOS CUANDO TIENEN RAZÓN, SINO CUANDO SE EQUIVOCAN

 André Malraux
 
 

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