Existen sólo
dos días en el año en los que no podemos hacer nada por cambiar: uno se
llama “ayer” y el otro se llama “mañana” – creo que ésta genial
reflexión es del Dalai Lama-
Ha sido simplemente un implacable día, tan sólo uno: ¡¡en tan solo un día he dejado que la inseguridad y la impaciencia arruinen la
belleza de la pureza moral que significa el ser ( o aspirar a ser) una buena, delicada y digna
madre!!!
Ese maravilloso día en el que mi S.M.M. ( * léase a partir de ahora Síndrome de la Mala Madre)
llega a su pico más alto; comprando yo solita toooooodas las papeletas
para que me den el Óscar a la mejor película de mi vida: “La insoportable levedad de mi ser “.
Y por supuesto también, pedazo de Óscar a la mejor interpretación ; no sabéis lo bien que me ha salido el papel de la niña del exorcista… Pero sin la inestimable ayuda de un mini-demonio malajoso que habita en mí y se despierta de vez en cuando para pinchar con su mini-tridente en mi " enfurruñada" paciencia, no lo habría podido conseguir...
Es
justo ese día en el que su correspondiente “ayer” y su
correspondiente “mañana” te importan un pimiento… Y por tanto hay un
antes y un después en tu vida:
Ese día en el que inevitablemente, deseas real y
vergonzosamente estar SOLA en Honolulu tomando un Daiquiri, en vez de pensando
en qué vas a poner de comer sin que proteste nadie mientras le tomas
los esquemas de Cono a tu niña.
" FACTORES QUE INCIDIERON EN EL DÍA DEL S.M.M."
- Me puse histérica cuando el coche no arrancaba al montarnos para llevar a mi hijo al “oportuno” partido de los sábados por la mañana (encantadísima como siempre por aquello de lo agradable de la temprana hora), disfrazada de incógnito con el pijama debajo de los vaqueros, y un abrigo, mas foulard, gafas y escondida sin maquillar debajo de un gorro ... ¡¡¡ Y resultó que es que yo misma sin querer le había dado al botoncito bloqueando el motor - con los aspavientos y los "viajes" que le estaba metiendo al dichoso mandito del llavero, mientras meneaba las manos riñendo, y gesticulando histérica porque no habían recogido el dormitorio!!! Y lo mejor de todo fue ver el semblante de mi querido marido - "encantado" de que lo despertara para sacarme de mi apuro- Dios mío ,¡qué torta más grande tenía encima!
- Cuando les tocaba el desayuno, les pregunté qué querían de cena con el Colacao. Y como me veían preguntándolo -toda yo metida en mi papel-, me miraban como si fuera un ratón de laboratorio, convencidos de que se me había ido ya totalmente la cabeza. Y se partían; ¡oye...!
- Cuando les tocó la merienda les dije que si querían el bizcocho con Matemáticas ... en vez de con chocolate. Sin comentarios. Se lo pregunté TRES VECES SEGUIDAS, Y EN LAS TRES EL BIZCOCHO QUE YO OFRECÍA ERA CON MATEMÁTICAS Y NO CON CHOCOLATE.
- Metí el aceite de oliva en la nevera, y eché leche en la sartén en vez de aceite para hacer los filetes . Se me cayó un paquete enterito de fideítos de los chiquititos que se meten por toooooda las esquinas de los muebles, por el suelo; mezclado con el paquete de café que estaba mal cerrado, y tiré dos veces las cuchara de madera a la bolsa de la basura voluntariamente -sin quererlo-.
- Los mandé arriba a ducharse para "ponerse" el pijama, cuando lo que tenían que hacer era quitárselo y ducharse para vestirse limpitos...
- "¡¡ Maaaaaaami !! (berrido sacado desde arriba) Querrás decir Q-U-I-T-A-R-N-O-S el pijama, ¿noooo? (Jajajajajajajajaja, jejejejejejejje- se escuchan carcajadas nerviosas-)
-" ¡ Y el que vaya terminando que vaya bajando!
- " ¡¡¡Maaaami !!! ¡¡Voy súper bajando, te lo digo de súper verdad!!
- " ¡¡¿ Niño qué haaaablas?!! ¡¡Cállate ya y dúchate ya!! ¡Menos cachondeiiiiiiiíto!
- Mi hija me despertó con su respiración cuando me di el privilegio de quedarme traspuesta en el sofá, y aparte del susto que me dio al encontrármela observando fijamente concentrada; la graciosilla, me dijo que me había contado 12 ARRUGAS . NI UNA MÁS NI UNA MENOS. ¡ Qué encanto !
-"No estás TAN mayor mamá; sólo tienes 12 arrugas." (Y no sabía ella que ese TAN, se había convertido en el asesino terrorista de todas mis esperanzas de juventud...)
... Pero la guinda de la tarta de éste día tan genial fué que acabé sorprendiéndome a mí misma hablando con Furbas y Monty - los pececillos de mis hijos-, preguntándoles qué tal se vivía en una pecera en la cocina de una casa como la mía.
No me contestaban... pero les tengo muchísimo respeto porque los pobres no saben a qué familia han ido a parar. Realmente son pequeñas cabezas de turco a los que les ha tocado un triste período de prueba: Si sobreviven 9 meses a los cuidados de mis hijos, ellos se habrán ganado el ansiado cachorrito. Los pobres... no sé si morirán antes de inanición, del batiburrillo de olores cuando guiso, o de algún chorrito de tomate o de ketchup que caiga por error.
En fin; como no puedo cambiar nada de lo que hice y despotriqué ese fatídico día - que
gracias a Dios ya se convirtió en ayer- al menos dejaré constancia
por escrito para que pase a la posteridad como el día que estrené mis
primeras 24 horas del año , sintiéndome verdaderamente poseída por
una fuerza oscura cuya voluntad era mucho mayor que la mía – ya que
mi voluntad llegado el fin de semana , resulta facilona para mis demonios oscuros…- haciéndose imposible
controlar mis instintos naturales que me llevan a dejar de querer ser
una madre ejemplar, cambiando todos mis ” puedo” por “no puedo”…
dejando K.O. a mi paciencia y sobre todo a mi voluntad.
Puede que todo esto haya sido un castigo del hada de las buenas y perfectas madres por quitar el árbol dos semanas después de que terminase la Navidad... ¡O quizás sea un castigo del destino para que pague con mi paciencia, la paciencia que tuvieron conmigo, por todas las veces que me echaron de clase por hacerme la graciosilla en el cole!
Bueno, el caso es que a parte de contar mis famosos "hasta 20" respirando profundamente repitiéndome: ¡YO PUEDO!, ¡YO PUEDO!, ¡YO PUEDO!; lo que me hace regresar al mundo de la sensatez es que ellos me demuestran que justo en los picos más altos de mis síndromes ... ES CUANDO MÁS ME QUIEREN .
Y en esos momentos vuelve a mí mi inteligencia y mi rectitud , y le doy una buena patada en el culo a Honolulu y al Daiquiri; parando IPSO FACTO de ametrallar mi vida con dudas absurdas sobre mis neuróticos S.M.M.
Así que afortunadamente mañana será otro día; y tampoco seré perfecta... Pero lo mejor es que ellos no quieren que lo sea:
-Existen sólo
dos días en el año en los que no podemos hacer nada por cambiar: uno se
llama “ayer” y el otro se llama “mañana”-
¿ No dijo eso el DALAI LAMA?
P.D.: "Querido Dios, perdóname por pasarme al lado oscuro ese día… sólo me ha faltado la espuma por la boca. PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN.
PROMETO QUE NO ES VERDAD LO QUE DIGO MIENTRAS DURAN LOS TRANCES DE MI
POSESIÓN…”
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