Hoy estoy cabreada; cabreada conmigo misma y
con el mundo en general.
Tengo mil temas en la cabeza rondando para ser
escritos, pero lo único que me sale del fondo del estómago ( y del
corazón), es echarme una bronca a mi misma y a quién se quiera sentir
identificado.
Me encontré esta mañana paseando a un buen amigo- filósofo de la vida y
artista- con el que no sé cómo ni por qué, como suele pasar en estos
encuentros casuales, acabamos analizando la realidad, llegando a la
conclusión de que realmente la persona que consigue ser esencialmente
feliz, lo hace desde la más profunda y honesta HUMILDAD:
- Una sana humildad desprovista de toda malicia y rencor con la que puedas alegrarte del bien ajeno y te permitan a su vez , saber discernir esos momentos que se hacen especiales.
- Humildad que sirva de lupa para engrandecer la emoción , y nos ayude así, a distinguir bien y a conformarnos con las dosis perfectas de felicidad que nos procuran los “MOMENTOS” - sí, sí; con mayúscula-, momentos de nuestra vida que desempañan corazón y mente, de rencor. Momentos... estelares, momentos especiales de nuestra vida, dignos de ser recordados para volver a sentir con el mismo gozo,- evocándolos de vez en cuando-, algo de la dicha que nos procuró en su momento, el vivirlos. Eso es lo que somos. Una sucesión de buenos momentos agradables a fin de cuentas.
- Esa humildad de reconocerte igual a tus iguales y caminar siempre al lado de ellos, ni un paso por delante ni un paso por detrás.
- Aquella que te hace no querer buscar demasiadas complicaciones y no exigirle a la vida poco más que salud- ninguna enfermedad incurable, con la que tener que estar luchando con las uñas para sobrevivir- y trabajo para ganar el dinero justo para poder vivir para darle una vida digna a tus hijos.
Este Sr.,- porque es un Señor de los pies a la cabeza- me decía que para él su felicidad era quedarse dormido todas las noches de la mano de su mujer…
Y a mí se han caído todos los palos del sombrajo y me ha enternecido el
gesto. Un simple gesto que me ha colmado el corazón de esperanza y por
qué no decirlo, -envidia sana-, porque cada vez me resulta más difícil
no irme muerta, cascada , enfadada o zombi a la cama , desde el sofá en el que me
desmayo cada noche. Me voy embruteciendo moralmente cuesta abajo y sin
frenos por culpita de mi estrés, por intentar abarcarlo todo aunque me falten horas; menos mal que me reseteo por las noches
y por las mañanas ni me acuerdo (descolocando a mis
pobres niños que se acuestan con mis gruñidos y se levantan con mi cara de alegría de la huerta).
¡¡¡Gilimemos!!!
Todos estamos hechos unos gilimemos integrales que vamos siempre a toda mecha y llenando el corazón
de rencores , no dejando espacio para las cosas que realmente nos
debían importar. Las cotidianas, y las sencillas. Aunque suene a
típica-tópica frase de auto-ayuda, que nunca termina de ayudar del todo,
porque no aprendemos más que a trompiconazos...
Desde
aquí me reconozco una brutísima“cegata emocional” –ocasional-, que muchas veces se pierde
lo verdaderamente bueno de ciertos momentos, preocupada por otros tantos
que no merecen la pena, es decir que mi parangón moral se desestabiliza cosiderablemente
en ocasiones…
Desdenes,
criticas, hipocresías, zancadillas... Cuánta desidia, cuánta falta de
lucha, cuánto desinterés por todo aquello que antes merecía la pena... Despidos, recortes, divorcios bélicos- incluso con bebitos de pocos meses-,
separaciones muuuy prematuras , enfados irreconciliables, peleas familiares, enfermedades que no se curan y
contaminan vidas que antes estaban llenas. Fracasos escolares, acoso
escolar, maltratos…
Tanta condescendecia con nuestros niños, tanta permisividad, tanta falta de respeto asumida; tanta Wii, tanta Play... Que si ahora Tablet si apruebas, que si la Nintendo 3D y tiras la SD, que si pedazos de móviles con 8 años ( Dios!!!). Hasta perros que compensan separaciones...
Y YO QUE CON 7 AÑOS CON UN SANDWICH DE CHOPPED PORK Y UN NESQUICK ERA MÁS FELIZ QUE UNA PERDIZ VIENDO A ESPINETE Y A DON PIM-POM...¡¡¡ Y NO QUE MI HIJA CON LA MISMA EDAD LO FLIPA CON VIOLETTA Y CON QUE EL NOVIO DE LA MADRE DE SU AMIGO (LO NORMAL), LE VAYA A DAR UNA VUELTA CON SU FERRARI DESCAPOTABLE ROJO!!!
Así
que doy gracias a Dios cada día por los hijos tan sanos y
guapisipérrimos que me ha dado - para mí, claro está-, y por el
privilegio de poder pegarme los madrugones que me pego cada mañana -y de
los que tanto me quejo- para poder costearles una vida “digna” sin
ostentaciones, y enseñarles a su vez a no caer en el redil de las ovejotas desvirtuadas, gastonas y consumistas.
Y doy gracias también por poder espachurrarlos a abrazos cada noche cada vez que
los acuesto. Bueeeeeeeno venga; vale… y también a mi marido. Me cuesta la misma vida acostarme enfadada sin un beso de buenas noches.
Así que también le pido a Dios que
no me falten las ganas nunca de vivir y de luchar por ellos, y que sepa
sacar siempre , siempre, siempre; fuerzas de donde no las haya – CON
SALUD- para poder obrar milagros de supervivencia si hace falta, dentro
de este caos que le has tocado vivir. Un caos que no lo sería tanto ,si
dejáramos todos de una vez por todas de magnificar, idealizar y hacer imprescindibles tantas ” cosas
innecesarias” que no sirven más que para suscitar y alimentar monstruos
con iras, hipocresías, rencores y engaños que no nos sirven de flotador para
este maremágnum.
No
nos pongamos el listón de la felicidad tan alto; que no se necesita
tanto para ser feliz. Que como yo escribía de niñatilla en las hojas
de mi carpeta clasificadora (forrada con tablas de surf.... Ufff!):
“ Si quieres triunfar en la vida…simplemente AMA, PERDONA Y OLVIDA".
Creo que se nos ha ido a todos un poco la olla, y no hay que pretender aspirar a la consecución de una felicidad suprema, continua y lineal en el tiempo. Supongo que es más práctico pillar la lupa... Que muchos de nosotros nos perdemos la oportunidad de disfrutar de buenos momentos en los que se esconde la verdadera felicidad;
ESPERANDO OTROS MEJORES , QUE NUNCA LLEGAN
ASÍ QUE: ¡¡ A COGERSE TODO EL MUNDO DE LA MANO !!
P.d.: Y como cura de humildad, os pido perdón, si alguna vez, entrevéis en mis reflexiones; vanidad, soberbia u orgullo... No soy más que una aspirante a escritora (si es que lo soy, por que creo que ni llego), que intenta expresar de la mejor manera que sabe; sus ideas -escondida detrás de unas letras-, para intentar SER UNA PERSONA MEJOR. Y la Emperatriz, es la otra forma de ser yo misma, que me permite trasladaros mi opinión; o su opinión, sobre aspectos de la vida sobre los que he aprendido, y he vivido en mis propias carnes. Siempre interpretándolos de manera personal y con el tono más respetuoso, amable y cómodo que procuro encontrar para intentar ser sincera desde el corazón...
GRACIAS. Mis disculpas con toda sinceridad si en este camino ofendo a alguien con malas interpretaciones.
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